Si empieza a sentir ardor o comezón en la vulva, si nota que la secreción del flujo vaginal adopta un olor desagradable o que su parte íntima advierte una coloración rojiza y presenta irritación, posiblemente padezca un tipo muy usual y extendido de vaginitis, uno producido por una infección por levadura, la candidiasis vaginal.
¿Qué es la levadura? La levadura es un conjunto de hongos que viven en la vagina. ¿Hongos? Si, tal y como lo lee. Estos organismos diminutos han estado presentes en pequeñas cantidades en su cavidad vaginal y el resto de la piel desde siempre.
¿Qué vas a encontrar en este artículo?
- ¿Qué origina la candidiasis vaginal?
- 1. Antimicóticos orales
- 2. Uso de probióticos
- 3. Descarte de vaginosis bacteriana
- 4. Aceite de árbol de té
- 5. Supositorios de ácido bórico
- 6. Uso de ropa interior de algodón
- 7. Consumir anticonceptivos solo a base de progestina
- 8. Cremas antifúngicas
- 9. Tabletas de prescripción
¿Qué origina la candidiasis vaginal?
Es probable que la pasmosa idea de hongos en la cavidad vaginal haya encendido sus alarmas, pero mientras su cantidad permanezca menguada, las levaduras son inofensivas y no hay nada de qué preocuparse. El inconveniente infeccioso aparece cuando la proporción de la levadura vaginal aumenta hasta salirse de control, ocasionando picazón, ardor, enrojecimiento, y en algunos casos pestilencia en la zona pélvica a causa de la reducción de los niveles del pH del flujo.
Una clase beneficiosa de bacteria llamada Bacteria Lactobacillus normalmente mantiene a las levaduras en jaque, estas le brindan a su vagina la acidez necesaria para conservarla limpia y protegerla de microorganismos peligrosos que ingresan constantemente a ella. No obstante, el uso de corticoides, antibióticos, la diabetes no controlada y el estrógeno elevado que convienen los tratamientos pre-natales inclinan la balanza a favor de la levadura vaginal, lo que deviene en infecciones vaginales (vaginitis).
Prácticamente todas las mujeres sufren de candidiasis vaginal en algún momento de sus vidas. Si aún no recae en este perjuicio, lo más probable es que lo haga ocasionalmente. Y cuando se encuentre en esa circunstancia deberá tener en cuenta estas 9 eficaces soluciones para tratar sus incomodas afecciones.
1. Antimicóticos orales
Para el 5% de las mujeres las infecciones vaginales por levadura tienden a ser una afronta común, volviendo a aparecer hasta 4 veces por año.
En un estudio realizado por la Facultad de Medicina de Universidad Estatal de Wayne, las mujeres con antecedentes de episodios recurrentes ingirieron fluconazol antifúngico (Difluclan), una vez a la semana durante 6 semanas. Durante este periodo la tasa de infección recurrente se redujo un 90%. Seis meses más tarde, se consideran curados el 43% de los casos en comparación al 22% que logró el uso de placebos (Terapias de cuidado vaginal con cremas OTC, que aunque más desordenadas que las pastillas, se le atribuye mucha efectividad).
2. Uso de probióticos
Seguramente habrás oído hablar de los yogures con probióticos, estos son los mismos que mantienen la vagina saludable.
Hasta hace poco no había sustento científico que avalara que el consumo de estos probióticos signifique un aporte comprobado y eficaz en el tratamiento de las infecciones vaginales por levadura. Sin embargo en un reciente estudio italiano, se colocó un tableta probiotica en la vagina de mujeres con infección crónica, una vez cada noche durante 7 dias, después cada 3 noches durante 3 semanas, y luego una vez por semana. La taza de infección por levadura se redujo en un 87%.
Laurie Cullen, médico naturopata y profesor de la Universidad de Bastyr, recomienda el tratamiento partiendo de una terapia convencional y luego aplicar al uso de pastillas de LactoBacillus que se pueden encontrar en cualquier farmacia, con objetivo de mantener un entorno vaginal mas sano.
3. Descarte de vaginosis bacteriana
Es muy importante determinar si es que realmente se trata de una infección por levadura puesto que muchas mujeres aducen que si al ver los síntomas cuando «en realidad tienen vaginosis bacteriana , que tiene síntomas similares (dolor, ardor y descargas de flujo), pero, a diferencia de una infección por levaduras , necesita ser tratada con antibióticos» afirma Jennifer Reinhold, farmacéutica
Precisamente el despido de flujos de uno y otro ayuda a determinar cual de las dos afecciones es la que se estas padeciendo. Ya que existen claras diferencias en el color, la densidad y el olor. Por ejemplo la descarga por infección por levaduras es una descarga gruesa, similar al requesón blanco. Por otro lado la de la vaginosis bacteriana tiende a ser mas fina y acuosa, y se caracteriza por desprender un color blanco y amarillento.
No obstante, si se pretende determinar fielmente de qué afección se trata se recomienda el uso de hisopos vaginales que midan los niveles de pH o usar pruebas caseras OTC como el Vagisil que puede diagnosticar las infecciones vaginales por levadura.
4. Aceite de árbol de té
El aceite de árbol de te es un derivado del extracto de una planta nativa de Australia, utilizado en medicina como antiséptico y recientemente, tras una serie de experimentos científicos con animales, también como antifúngico contra la levadura.
Aunque se requiere aún de una profunda indagación científica, muchas mujeres afirman que se recibe alivio de estas infecciones a traves de la inserción de un tampón bañado en aceita de arbol de té. El doctor Cullen aconseja probar esto con precaución:»La vagina es muy sensible, por lo que dudaría en poner algo que podría ser irritante en un entorno ya irritado » Si se producen reacciones negativas lo mas recomendable es dejar el tratamiento.
5. Supositorios de ácido bórico
«Para las infecciones por hongos no complicadas, mi tratamiento de primera plataforma es ácido bórico» dice Cullen.
Y no es para menos, estudios han demostrado que esta sustancia, antifúngico y antiséptico natural, inhibe el crecimiento de la Candida Albicans, levadura malhechora de las infecciones vaginales por levadura. Impide además, el crecimiento de la Candida Glabrata, cepa causante, cada vez mas común, de infecciones que tienden a ser más resistentes a los tratamientos tradicionales.
Nota: Nunca debe ser aplicada directamente. Buscar las cápsulas supositorias que lo contienen en farmacias.
6. Uso de ropa interior de algodón
Aunque la ropa interior de algodón le resulte algo fofa y no tan sexy como las de otro material, esta es el tipo de tela mas recomendada para el contacto con la zona genital. Un ambiente húmedo y cálido puede producir un entorno en el cual la levadura pueda multiplicarse.
Es por esto que se exhorta a evitar el uso de pantimedias o pantalones apretados, sobre todo en verano. Prescindir en adición de permanecer con los trajes baño mojados o con la ropa de gimnasia puesta.
«Soy un gran fan de llevar faldas largas sin ropa interior para que el aire llega a la zona perineal para las mujeres que tienen un historial de infecciones crónicas» dice Jill Rabin, jefa del departamento de uroginecología en Long Island Jewish Medical Center y autora de La mente sobre la vejiga.
Si se pretende hacer de las prendas un factor determinante en el trato de las infecciones vaginales tenga en cuenta que se debe soslayar el uso de sprays corporales y duchas perfumadas, y similares que puedan alterar el pH vaginal. Rabin sugiere además el uso de un jabón sin perfume después de practicar sexo para evitar bacterias ajenas.
7. Consumir anticonceptivos solo a base de progestina
Bien sabido es que los anticonceptivos con concentraciones de estrógeno, como las píldoras anticonceptivas combinadas, puede causar un aumento cuantioso en la levadura. «Si un paciente es muy dependiente de su método de control de natalidad, trabajaremos alrededor de este, pero vale la pena considerar los métodos sin estrógeno como la progestina sola, las mini-píldoras y DIU» afirma Cullen.
Tenga en cuenta que el uso de espermicidas o lubricantes que no sean a base de agua también pueden alterar el entorno vaginal. Una alternativa que se plantea en Saludeo es el uso de anillos vaginales, que liberan progestina durante 3 semanas y luego se retira durante el periodo femenino.
8. Cremas antifúngicas
El tipo de azoles puede variar según la marca (miconazol se usa en monistat; clotrimazol, en Gyne-Lotrimin). Cada uno funciona de la misma forma en pacientes no crónicos de infección vaginal por levadura así que siéntase libre de tomar en consideración el precio a la hora de comprar.
El efecto de estos medicamentos para la candidiasis vaginal es que atacan la pared celular del hongo impidiendo su proliferación. De esta manera la infección cesa y el número de hongos de levadura se reduce. Si la picazón se vuelve insoportable no escatime en gastos al comprar una crema calmante, no interferirá en el tratamiento y evitará infecciones cutáneas por agrietamiento.
9. Tabletas de prescripción
Ciertas infecciones vaginales avanzadas pueden advertir el uso de un tratamiento más agresivo que una crema. En este caso su médico podría recetarle de 1 a 3 dosis de Fluconazol antifúngico (oral), que tiene una taza de éxito del 90% según la CDC.
Recuerde que es importante tener un historial médico con las recetas en caso se reinicie un tratamiento con antibióticos, ya que en estos casos el médico puede prescindir de estos dado el empeoramiento que se tiene como antecedente.