Al día de hoy, existen 240 criaderos en el mar Mediterráneo que se encuentran produciendo exclusivamente atún. Y no es por mero capricho, este pescado azul es uno de los más valiosos del mercado. Su delicioso sabor, disponibilidad global y sus componentes saludables lo hacen el perfecto reemplazante de las carnes rojas.
Es cierto, el atún no es un pescado que veamos muy a menudo en la cocina gourmet, tampoco en los festivales internacionales. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren importantísimos beneficios que se le atribuyen, desde la mejora de la circulación de la sangre y el equilibrio de los fluidos corporales, hasta la pérdida de peso.
¿Qué vas a encontrar en este artículo?
Función cardiovascular
La combinación de los ácidos grasos insaturados omega 3: EPA Y DHA, conocidos como los protectores del corazón, refuerza significativamente la circulación y previene enfermedades cardíacas. También es muy rica en potasio, mineral que reduce la presión arterial. Esto se traduce en un efecto antiinflamatorio que previene la subida de la presión y un menor número de accidentes cerebro-vasculares, ataques cardiacos y malestares relacionados con la obstrucción en las arterias.
En un estudio publicado en Clinical Nutrition en la edición de marzo del 2010, se asignaron hombres y mujeres aleatoriamente para someterlos a una dieta rica en omega 3 o una dieta controlada. El resultado reveló que las personas alimentadas con ácidos grasos de omega-3 experimentaron menor rigidez arterial que las que siguieron la dieta alternativa.
Es conveniente aclarar que no todo atún enlatado posee las mismas proporciones en sus contenidos. En un estudio publicado en Public Health Nutrition, los investigadores analizaron el contenido de diferentes marcas de atún enlatado en Estados Unidos, corroborando la hipótesis de que en el atún conservado en agua había mayor cantidad de DHA y menos Omega 6 en comparación al enlatado en aceite.
Proteína magra
La calidad de sus proteínas no tiene nada que envidiarle a las carnes rojas. Según la Universidad del estado de Lowa, el atún es la fuente más completa de proteína, ya que contiene los 10 aminoácidos que el cuerpo necesita para el desarrollo celular, un sistema inmune saludable y para reponer el tejido muscular.
Son pocas las alternativas que superan al atún por su contenido proteico, y en su mayoría son muy costosas. Así que, ten en mente esto cada vez que tengas un supermercado cerca: Una porción de 4 onzas de atún enlatado contiene alrededor de 30 gramos de proteínas magras, el 50% de la ingesta diaria recomendada a una persona 150 libras y su precio no supera los 3 dólares. Dejarla fuera de tu dieta sería una cosa de locos.
La niacina y lo niveles de colesterol HDL
La opinión generalizada considera perjudicial para la salud el todo tipo de colesterol, y es que se desconoce mayoritariamente la existencia de un colesterol que es necesario, un colesterol bueno que previene que el colesterol malo se almacene en las paredes de las arterias, este es el Colesterol HDL
La Niacina es una vitamina del complejo B encontrada en el atún enlatado. De acuerdo con una investigación reportada en la edición de marzo 2008 de “Journal of Lipid Research”, esta vitamina mantiene estables los niveles de la lipoproteína de alta densidad (HDL).
Investigaciones de Universidad de California, corroboran este estudio sobre la niacina. Se descubrió que la niacina previene que el hígado elimine HDL de la sangre, manteniendo el colesterol HDL a niveles saludables.
El mercurio en el atún
A pesar de tantos beneficios, existe un factor que nos desilusiona, sobre todo por ser exclusivamente responsabilidad de la mano del hombre: El mercurio en los peces.
El mercurio es el principal problema de los peces grandes como el atún. Las emisiones que produce el mercurio en el océano, y de la construcción de las plantas de mercurio, es absorbida por los peces según la FDA. Aunque no haya una investigación que lo constate al 100 por 100, los pescados grasos como el atún podrían contener el mercurio acumulado en su torrente sanguíneo.
Phillippe Garnjean, investigador y profesor adjunto de la escuela de Salud Pública de Harvard, insiste en soslayar al atún de cualquier dieta. “El atún enlatado aporta más de un tercio de la exposición al mercurio al estadounidense promedio”. “Alrededor de una de cada seis mujeres en las poblaciones costeras de Estados Unidos han elevado la exposición al mercurio a tal punto que podría causar daños al feto”
La FDA recomienda la ingesta máxima de dos porciones de atún por semana como umbral de seguridad. Y como alternativa, Asim Maqbool, profesor asociado de Children Hospital of Philadelphia recomienda el atún en conserva light debido a que este arroja casi un 50% de la cantidad de mercurio del atún blanco.